
Garantizar una vida plena y activa a las personas con discapacidad intelectual en proceso de envejecimiento es uno de los principales objetivos del Grup Cooperatiu TEB. Con este compromiso, hemos impulsado el proyecto “Horizontes de vida: Apoyo integral para un envejecimiento activo e inclusivo”, una iniciativa que ofrece acompañamiento y soportes específicos para promover el bienestar físico, emocional y social de este colectivo.
Este proyecto recibe el apoyo de los Fondos de Acción Social 2024-26, facilitado por la Fundación Junta Constructora del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, una ayuda que nos permite seguir desarrollando acciones que tienen un impacto positivo en la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual.
Un reconocimiento a la labor de inclusión
Recientemente, hemos participado en el acto oficial de entrega de las ayudas a la Basílica de la Sagrada Familia, un evento donde el TEB ha estado representado por Susana Garriga y Emma Nolla Digón, responsables del servicio de envejecimiento. Este apoyo refuerza nuestra misión de ofrecer acompañamiento a las personas en esta etapa de la vida, ayudándoles a mantener su autonomía y fomentando su participación activa en la sociedad.
Un proyecto para promover el bienestar y la inclusión
El programa Horizontes de vida acompaña a las personas con discapacidad intelectual y problemáticas de salud mental en proceso de envejecimiento, promoviendo su bienestar físico, emocional y social.
Para ello, se trabaja en ámbitos clave como: el mantenimiento de la autonomía, la prevención de enfermedades, la creación de vínculos sociales y la preparación para la jubilación. Además, se fomenta la participación en actividades formativas y comunitarias, la implicación de las familias y la igualdad de género, garantizando una mejora continua del servicio mediante evaluaciones y encuestas de satisfacción.
Beneficiarios del proyecto
Las personas beneficiarias directas del proyecto son trabajadores y trabajadoras del TEB que sufren envejecimiento prematuro, principalmente entre los 45 y 65 años, y que necesitan apoyo para gestionar los cambios que comporta esta etapa.
A menudo se encuentran frente a retos como la pérdida de rutinas laborales, la redefinición de su rol social y la adaptación a un nuevo estilo de vida. El proyecto les proporciona herramientas y recursos para mantener el bienestar físico, emocional y social, fomentando su autonomía, promoviendo hábitos saludables y creando oportunidades para evitar el aislamiento.
Con proyectos como Horizontes de vida, desde el TEB seguimos trabajando para garantizar que el envejecimiento sea una etapa de bienestar para todas las personas.