El impacto de las personas con discapacidad en las guarderías
El CEIF Can Puiggener y la Guardería La Mar abogan por la inclusión social de las personas con discapacidad intelectual. Esto a través de establecer vínculos entre niños y personas con discapacidad intelectual que pertenecen tanto al TEB, como a las guarderías. Eva, Miquel, Valentín, Antonio y Maite ya han ido a la escuela Can Puiggener en más de una ocasión y todas ellas han resultado exitosas. Hacen de cocineros, educadores o auxiliares. Pelan fruta, cogen a los niños de la mano y juegan con ellos durante la mañana. Tomàs, Noemí, Paqui, Eva y David también disfrutan mucho en la Guardería La Mar. El grupo prepara el patio a las 9:30 y recibe a los niños y niñas a las 10h. «Es emocionante ver las caras de alegría cuando los ven, tienen un vínculo muy bonito», explica Eva Català, educadora social del centro de Barceloneta.
¿En qué consisten los encuentros?
Los grupos de los dos centros TEB realizan diversas tareas con los niños. Juegan con ellos en el arenal, en la pelota y en el columpio, les ayudan a pelar la fruta y con sus cosechas del huerto. Aparte de las actividades de ocio, también hacen de auxiliares de los educadores de las guarderías: acompañan a los y las niñas a lavarse las manos y colaboran para servir el almuerzo. Como el grupo de Puiggener, el de la guardería La Mar también tienen un lugar muy importante en la escuela: sus fotografías están expuestas en un mostrador que enseñan semanalmente a las familias de los niños. Entre otros, los niños también les han regalado algunas de las hortalizas de su huerto, como lechugas, como muestra de agradecimiento por su ayuda durante la cosecha.
Imágenes de los encuentros en la Guardería La Mar
¿Para qué sirven estos encuentros?
Estos encuentros proporcionan un acompañamiento durante la etapa de la infancia que ayuda al alumnado a crecer sin estigmas ni prejuicios hacia las personas con discapacidad. Por parte del TEB, los y las protagonistas de estas sesiones siempre son personas usuarias del Centro Ocupacional. Concretamente, algunas de las personas que asisten tienen personalidades más reservadas, las cuales se desvanecen al entrar en contacto con los niños: “Cambian totalmente, les ves interactuar, hablar y disfrutar” explica Marc Muñoz, psicopedagogo del TEB e impulsor de esta iniciativa. Y es que, como detalla Muñoz, la idea surgió para “poner en valor al colectivo de personas con discapacidad y demostrar que pueden trabajar de forma ordinaria”. Los encuentros, que se realizan de forma mensual, ayudan a las personas con discapacidad a asumir el rol de profesionales y cuidadores , lo que resulta muy beneficioso, sobre todo, para su autoestima. «Las sesiones no se planifican mucho, ya que así se potencia, a través del juego libre, el surgimiento de conexiones de forma natural», apunta Muñoz. Esta actividad intergeneracional, además, centra toda su atención en las personas y en su bienestar a través de una experiencia individualizada. En este sentido, normalmente sólo son cinco las personas del Centro Ocupacional que acuden a las escuelas, por lo que la actividad siempre puede desarrollarse y controlarse satisfactoriamente.
Imágenes de la actividad con la Escola Puiggener
Intenciones futuras
Català menciona que se pretende «seguir explorando qué colaboraciones pueden surgir». Eso sí, siempre poniendo el foco de atención en el aprendizaje y el beneficio de ambos colectivos. Además, afirma que continuarán realizando la actividad cada año. Por su parte y de cara al futuro , el psicopedagogo del TEB habla de ampliaciones. Y es que ya se está trabajando para ampliar el servicio y aplicarlo a otros centros de Castellar del Vallès , municipio de la sede de TEB Vallès; pero de momento ya se ha asegurado la continuidad de la actividad hasta julio de 2025. Otros intereses del proyecto recaen al alargar media hora más las sesiones, con el fin de tener una hora y media de interacción e incorporar otros perfiles de personas , “Queremos incluir a personas con trastornos de conducta, ya que les puede ser muy beneficioso”, cierra Muñoz.