El impacto de las personas con discapacidad en las guarderias
El CEIF Can Puiggener y la Guardería La Mar abogan por la inclusión social de las personas con discapacidad intelectual. Esto a través de establecer vínculos entre niños y personas con discapacidad intelectual que pertenecen tanto al TEB, como las guarderías.
Eva, Miquel, Valentín, Antonio y Maite ya han ido a la escuela Can Puiggener en más de una ocasión y todas ellas han resultado exitosas. Hacen de cocineros, de educadores o de auxiliares. Pelan fruta, cogen los niños de la mano y juegan con ellos durante las horas del patio. Tomàs, Noemí y David también disfrutan mucho a la Guardería El Mar. Además de jugar al arenero y ayudarlos con la fruta, también los ayudan con sus cosechas del huerto. Como el grupo de Puiggener, Tomàs, Noemí y David también tienen un lugar muy importante al escenario. Esto porque sus fotografías están expuestas en un azulejo que enseñan semanalmente a las familias de los niños.
Imágenes de los encuentros a la Guardería El Mar
¿Para qué sirven estos encuentros?
Así, proporcionan un acompañamiento durante la etapa de la niñez de los y las alumnas que a la vez los ayuda a crecer sin estigmas ni prejuicios hacia las personas con discapacidad.
Por parte del TEB, los y las protagonistas de estas sesiones siempre son personas usuarias del Centro Ocupacional. Concretamente, algunas de las personas que asisten tienen personalidades más reservadas, las cuales se desvanecen al entrar en contacto con los niños: “Cambian totalmente, los voces interactuar, hablar y disfrutar” explica en Marco Muñoz, psicopedagogo del Grupo Cooperativo TEB e impulsor de esta iniciativa.
Y es que, como detalla Muñoz, la idea surgió para “poner en valor el colectivo de personas con discapacidad y demostrar que pueden trabajar de forma ordinaria”. Los encuentros, que se hacen de manera mensual, ayudan a las personas con discapacidad a asumir el rol de profesionales y cuidadores, hecho que resulta muy beneficioso, sobre todo, para su autoestima. “Las sesiones no se planifican mucho, puesto que así se potencia, a través del juego libre, el surgimiento de conexiones de manera natural”, apunta Muñoz.
Esta actividad intergeneracional, además, centra toda la atención en las personas y en su bienestar a través de una experiencia individualizada. En este sentido, normalmente solo son cinco las personas del Centro Ocupacional que van a las escuelas, de forma que la actividad siempre puede desarrollarse y controlarse satisfactoriamente.
Imágenes de la actividad con la Escuela Puiggener
Intenciones futuras
De cara al futuro, el psicopedagogo del TEB habla de ampliaciones. Y es que ya se está trabajando para ampliar el servicio y aplicarlo en otros centros de Castellar del Vallès, municipio de la sede de TEB Vallès; pero de momento ya se ha asegurado la continuidad de la actividad hasta julio de 2025. Otros intereses del proyecto recaen al alargar media hora más las sesiones, para tener una hora y media de interacción e incorporar otros perfiles de personas, “Queremos incluir personas con trastornos de conducta, puesto que los puede ser muy beneficioso”, valla Muñoz.